La exposición prolongada a ruidos medios puede terminar con un trastorno auditivo, que puede ser leve o severo, pero que podemos prevenir si tomamos una serie de medidas muy sencillas de cumplir.
Te explicamos a continuación cómo se pueden prevenir los daños en el oído.
Por qué debemos cuidar nuestros oídos en determinados trabajos
El oído junto con la vista son los sentidos esenciales que tenemos para desenvolvernos en nuestra vida personal y en el entorno de trabajo.
Una discapacidad auditiva es una enfermedad muy grave.
Una discapacidad auditiva que se produce en el trabajo por no emplear los equipos de protección adecuada es, además de grave, algo totalmente inaceptable para la empresa y para el trabajador.
No estamos ante una enfermedad de nacimiento, sino ante un daño que se podría haber evitado siguiendo las recomendaciones de prevención de riesgos laborales más básicas.
Nuestro oído está sometido a continuas agresiones en entornos ruidosos, y muchos de esos entornos tienen que ver con nuestro trabajo diario.
No hay que irse a los casos más extremos donde se producen ruidos muy intensos, como las voladuras, pistas de aterrizaje o en pirotecnia.
En estos casos, es imprescindible utilizar auriculares especiales porque una corta exposición a esa magnitud de decibelios puede provocar en muy poco tiempo un daño irreversible (sordera total o pérdida grave de la capacidad auditiva).
Por el contrario, la mayor parte de problemas auditivos se producen en entornos de trabajo donde el nivel de decibelios es menor que el anteriormente expuesto, pero la exposición es prolongada y continua.
Durante casi toda la jornada laboral, el trabajador tiene que soportar ruidos bajos o medios, pero que, debido a una exposición prolongada, va deteriorando el oído poco a poco, terminando en casos de pérdidas parciales de la capacidad auditiva.
Los ruidos constantes con intensidad moderada se producen en talleres, industrias metalúrgicas, almacenes, entornos de tráfico rodado, fábricas, etc.
Pero también en consultas médicas, dentistas o talleres textiles.
Los cuidados del oído son necesarios en situaciones con un ruido bajo o medio, pero prolongado que para muchos pasan desapercibidas.
Pensamos que no es necesario porque el ruido no es excesivo, pero en realidad sí que lo es.
En estos casos, la correcta protección auditiva en el trabajo puede venir de la mano de algo tan sencillo como usar tapones de seguridad.
Estos equipos de protección individual son fáciles de colocar, cómodos y económicos.
Su uso es obligatorio cuando se superan niveles de ruido medio durante mucho tiempo o cuando el ruido es esporádico pero intenso.
Consejos para el cuidado de los oídos en el trabajo
A continuación, te damos una serie de consejos básicos sobre cómo cuidar el oído del ruido.
- En primer lugar, tenemos que utilizar el sistema de protección auditivo (tapones o auriculares) adecuado para el nivel de ruido existente en el trabajo. Tendremos que estar a lo que diga el plan de prevención de riesgos.
- Utilizar tapones es, generalmente, la mejor protección para los oídos en el trabajo.
- Es necesario realizar revisiones periódicas de nuestro nivel de audición. Se deben realizar con motivo de los reconocimientos médicos en el trabajo y por profesionales cualificados.
El cuidado de los oídos en el trabajo es un derecho de los trabajadores, ya que es un riesgo laboral más que se debe analizar correctamente en la evaluación de riesgos laborales, y la empresa tiene que poner todas las medidas preventivas necesarias.