Cómo identificar botas de seguridad certificadas
Las botas de seguridad son un elemento esencial en cualquier entorno laboral donde existan riesgos físicos, eléctricos o químicos.
Pero no cualquier bota sirve: deben ser certificadas, confiables y adaptadas a tus necesidades específicas de protección.
Identificar correctamente una bota de seguridad certificada no solo garantiza tu seguridad, sino que también asegura el cumplimiento de normativas laborales.
¿Qué significa que una bota esté certificada?
Una bota de seguridad certificada ha superado pruebas de calidad y resistencia bajo normativas técnicas y estándares legales.
Estas certificaciones aseguran que el producto cumple con requisitos mínimos de protección ante riesgos comunes del trabajo.
En Europa, por ejemplo, se rige por la normativa EN ISO 20345, mientras que en América Latina y EE. UU. existen normas diferentes como la ASTM F2413.
Al identificar las botas con estas certificaciones, estás apostando por protección avalada por instituciones especializadas.
Elementos clave para reconocer botas de seguridad certificadas
Para no equivocarte, debes observar características visibles y técnicas en el calzado que indican su certificación.
1. Etiquetas y estándares normativos
La etiqueta interna o externa de la bota es el primer lugar que debes revisar.
- Busca el estándar correspondiente: EN ISO 20345, ASTM F2413, NOM-113-STPS, entre otros.
- Verifica la talla, fabricante, año de fabricación y el símbolo que indica su tipo de protección.
Si la bota no tiene ninguna de estas etiquetas visibles, desconfía automáticamente.
2. Puntera de seguridad certificada
Uno de los elementos clave de una bota certificada es la puntera de seguridad.
Un modelo certificado debe incluir una puntera capaz de resistir golpes de hasta 200 julios.
Esta protección puede estar hecha de acero, composite o aluminio, y debe haberse sometido a pruebas de impacto y compresión.
Fíjate en que el modelo indique estas características o esté marcado como SB, S1, S2 o S3 si sigue norma europea.
3. Plantilla anti-perforación
Otro indicador de certificación es la presencia de plantilla anti-perforación.
Este componente evita que objetos punzantes atraviesen la suela hacia el pie.
En normativas como la ISO, suele identificarse con la letra P en el calzado.
Verifica siempre en el etiquetado o ficha técnica si dispone de esta protección.
4. Suela antideslizante y resistente a hidrocarburos
Una bota certificada debe tener resistencia al deslizamiento y a sustancias químicas como aceites o combustibles.
Estos elementos son indispensables para trabajos en pisos mojados, talleres mecánicos o industrias químicas.
Duración estimada de las botas de seguridad según su uso
Su presencia se indica con símbolos o letras como SRA, SRB o SRC, cada uno con un grado de adherencia diferente.
También suelen especificar resistencia a hidrocarburos con la letra FO.
Clasificación según normativas
Entender cómo se clasifican las botas según su certificación te facilitará mucho la elección correcta.
Normativa europea EN ISO 20345
Esta es una de las normativas más comunes en el sector laboral europeo y latinoamericano.
- SB: protección mínima con puntera metálica.
- S1: puntera + antideslizante + antistático + absorción de energía en el talón.
- S2: igual que S1, pero sumando resistencia al agua.
- S3: igual que S2, pero con plantilla anti-perforación y suela con tacos.
- S5: similar a S3, pero en calzado de tipo bota impermeable, como las de PVC o goma.
Estos códigos aparecen en la etiqueta interna de la bota o en su ficha técnica si es un producto de ecommerce.
Normativa americana ASTM F2413
En Estados Unidos y países que adoptan su referencia, como Canadá y México, rige esta norma.
Esta clasificación es algo diferente, y usa letras como:
- I (Impacto).
- C (Compresión).
- EH (Resistencia eléctrica).
- MT (Protección metatarsal).
- PR (Resistente a perforaciones).
Una etiqueta típica dirá: ASTM F2413-18 I/75 C/75 EH PR.
Esto indica que la bota ha pasado la prueba de impacto de 75, compresión de 75, resistencia eléctrica y perforación.
Mientras más letras tenga, mayor será su nivel de protección.»
Errores comunes al elegir botas de seguridad
Elegir mal un calzado de seguridad puede poner en riesgo tu salud y también costarte económicamente.
Evita estos errores más habituales:
- Elegir por precio sin verificar que esté certificada.
- Confundir botas industriales con botas de trekking o outdoor.
- No revisar el tipo de normativa exigido en tu lugar de trabajo.
- Usar botas sin fijarte en la fecha de fabricación (pueden estar vencidas por almacenaje prolongado).
Siempre asegúrate de que el fabricante o tienda online detalle claramente las certificaciones.
Una historia útil: el caso de Armando
Armando trabaja en una empresa de mantenimiento industrial, donde manipula maquinaria pesada.
Duró años comprando botas imitaciones porque se veían «resistentes», pero nunca se preocupó por la certificación.
Un día, al pisar un clavo oxidado escondido en una pasarela metálica, la suela de su bota lo protegió solo a medias.
El clavo atravesó parcialmente el calzado porque no tenía plantilla anti-perforación.
El accidente le causó una infección que lo dejó de baja 21 días.
Tras ese hecho, la empresa actualizó su política: solo botas con certificación ISO 20345: S3 o superior.
Desde entonces, Armando usa botas compostas con puntera de aluminio liviana y nivel S3, y su nivel de productividad ha mejorado porque se siente más seguro.
Protección de las punteras de acero en botas de seguridad
Este tipo de historia es común, y demuestra lo importante que es mirar más allá del diseño de la bota o el precio tentador.
Las consecuencias de usar calzado no certificado pueden ser graves y costosas.
¿Dónde comprar botas certificadas de forma segura?
Para garantizar autenticidad, compra solo en tiendas especializadas en ropa de trabajo y calzado industrial.
Evita adquirir productos en ferias callejeras o sitios poco reconocidos como fuentes confiables.
Una buena tienda debe ofrecer:
- Ficha técnica completa del producto.
- Fotografías de la etiqueta de certificación.
- Política de devoluciones y garantía.
En ecommerce confiables como los de fabricantes certificados, estos detalles están visiblemente indicados.
Además, puedes encontrar gran variedad de modelos adecuados al clima, tipo de trabajo y material del suelo.
Preguntas frecuentes sobre botas de seguridad certificadas
¿Todas las botas de seguridad tienen puntera metálica?
No necesariamente.
Algunas botas usan punteras no metálicas de composite o aluminio.
Estas son igual de seguras pero más ligeras, ideales para largas jornadas.
¿Una bota sin etiqueta puede ser certificada?
En la práctica, no.
Si no tiene etiqueta, símbolo de estándar o documentación, no hay manera de comprobar que supera las pruebas reglamentarias.
¿Cada cuánto tiempo debo cambiar mis botas?
Depende del uso y el tipo de trabajo, pero en promedio se recomienda cambiar cada 12 a 18 meses.
Si experimentas pérdida de forma, puntera expuesta o suela desgastada, sustitúyelas de inmediato.
¿Qué significa si unas botas tienen clasificación SRC?
Indica que han pasado ensayos antideslizamiento tanto en baldosa cerámica con detergente y acero con glicerina.
Es el mayor nivel posible de adherencia en la normativa ISO.
Características adicionales a considerar al elegir una bota certificada
Además de cumplir con la normativa, hay otros aspectos que aumentan el confort y durabilidad:
- Transpirabilidad: evita acumulación de sudor, muy importante en climas cálidos.
- Aislante térmico: esencial para zonas frías o cámaras frigoríficas.
- Corte ergonómico: reduce fatiga y previene lesiones musculares.
Estos detalles también influyen en la productividad y bienestar del trabajador.
Una bota segura debe ser ante todo cómoda y funcional.
La inversión correcta mejora no solo tu seguridad, sino también tu desempeño diario.
¿Por qué es importante usar botas de seguridad en el trabajo?
En resumen, aprender a identificar botas de seguridad certificadas no es solo una cuestión técnica, sino una decisión que impacta directamente en tu integridad física, cumplimiento legal y bienestar laboral.
Dedicar unos minutos a leer la etiqueta, buscar símbolos oficiales y entender las normativas puede evitar accidentes y garantizarte una jornada mucho más segura y productiva.
